venerdì 7 dicembre 2012

Los pueblos de Buenos Aires en la literatura Argentina.




Por Enrique Dourrie

¿Porque los pueblos de Buenos Aires se prestan a la literatura?.¿A que se debe que tantos escritores quedan atrapados en la geografía de pocas cuadras y de historias aparentemente simples?. Para Julio Mafud, sociólogo argentino, el paisaje resulta importante como nexo entre el hombre y el lugar. El paisaje literario es la resultante de una actitud del hombre frente a la naturaleza. Una fusión o una simbiosis. Inmerso el hombre en la naturaleza, esta lo penetra, lo posee. 

En las Historias  de  Osvaldo Soriano el relato  nunca  transcurre en una gran ciudad ni en una cabecera de partido, sino en un pequeño pueblo. Los personajes de Osvaldo Soriano  andan perdidos en una geografía plana, triste, angustiante. Lugares que parecen idénticos unos a otros. En todas las paginas de sus novelas se huele la pampa, el despojo, el olvido; Se siente una sensación de despedida constante. Los personajes asumen una búsqueda de saber quienes son y hacia donde van, todos intentan «salvarse»  encontrar un «proyecto» para alcanzar la libertad.

Raúl Scalabrini Ortíz dice que la pampa abate al hombre, la pampa no promete nada a la fantasía, no entrega nada a la imaginación. El labriego europeo invadió la pampa fascinado. La labró la dividió en predios, la rayó con su arado, la aspergó con su simiente embriagado con la largueza con que lo eran devueltos sus afanes.Pero poco a poco la tierra se fue recobrando. Aplacó los bullicios extemporáneos, apaciguó las exuberancias del bienestar corporal. Volvió a imponer su despotismo de silencio y quietud.  Para Scalabrini la pampa húmeda es una tierra inhumana, impía, chata, acostada panza arriba, bajo un cielo gigantesco.



Eduardo Mallea realiza un ensayo sobre dos Argentinas: una visible y la otra,invisible. La argentina que se ve, es aquella de la urbe, el metropolitano. El país escondido esta relacionado con el hombre de «adentro». Para Mallea hay un hombre que vive en esa tierra, que la prueba que la hiere, la trabaja y la fertiliza; Un hombre a quien rara vez se siente vivir en la Argentina; Un hombre casi sumergido en el secreto de su labor. Para este hombre existe aparentemente anónimo el horizonte, una posibilidad de mutación, de progreso que promete un futuro auténtico.

Ezequiel Martínez Estrada en su libro  Radiografía de la Pampa hace una descripción íntima del paisaje pampeano. Los  pueblos de la llanura  parecen aerolitos, pedazos de astros habitados caídos en el campo. Para este escritor «todos» los pueblos son iguales. En el pensamiento de Estrada  el pueblo chico  tiene algo de la tristeza del cementerio;  La casa de los muertos es muy parecida a la tumba de los vivos.

La escritora juninense Sandra Comino, sostiene convencida que  detrás del pueblo ficticio de los argentinos están escondidos todos los pueblos. Quien describe uno habla de todos porque la soledad y la distancia separa pero no distingue,aleja pero no diferencia. Los escritores argentinos viajan por el mundo para después regresar al mismo punto de donde un dia partieron. 




Hector Bianciotti ve la pampa como una condena de la cual es necesario escapar. Cuando relata el regreso a la chacra de la infancia luego de casi cuarenta años de exilio, dice de volver a experimentar la angustia que le producía aquella inmensidad: "experimenté una doble sensación: la angustia del niño que soñaba atravesar una puerta en el horizonte para entrar en el mundo verdadero, y la inmensa alegría de haber escapado a la maldición de la llanura".

Daniel Osvaldo Balditarra se coloca en una posición intermedia entre Sacalabrini y Mallea: “En aquellas distancias, donde nací, la vista del hombre se pierde sin concentrarse en el inmediato, “en el aquí y ahora” si no en el futuro. Desde cualquier punto donde nos paremos las pupilas se orientan hacía aquella linea donde se une el cielo y la tierra.  La Pampa se observa desde el final, es siempre portadora de promesas futuras, y nos regala, gratuitamente, el infinito. En la pampa la conciencia supera el inmediato presente, en la cultura del  hombre del llano las cosas se ven realizadas antes que se realicen. Aquello que será se transforma en lo que en realidad no es, porqué  es solo posibilidad de ser realizado”.  Para Balditarra la pampa es bendición y maldición.  En “la vida quebrada” su primera novela su pueblo natal viene descripto como un  lugar que abre al mundo pero al mismo tiempo lo encierra. Beruti es libertad  pero también es  cárcel.  

Enrique Dourrie, Paris  Mayo 2002